Cute Cakes Pastelería de Nora

Cute Cakes Pastelería de Nora

lunes, 27 de mayo de 2019

Mi GRANORA… digo, GRANOLA CASERA!!!!!

Y llegó el frío, las bajas defensas, los hombros levantados para evitar que el chiflete se cuele entre el el cuello de la campera y la carótida, dejándonos contracturados, y ... los desayunos suculentos. Lo más lindo del día. 

Acá va receta de mi GRANOLA que en este momento está en el horno emanando aromas que no puedo explicar por acá. Te gusta corrediza o grumosa? A mí me encanta encontrarme con “bollitos” apelmazados. Pero se puede hacer para que salga simplemente como la que venden, mucho más accesible, y además, cada uno elige el grado de dulzor que le gusta más! Simplemente va a variar la forma en que se cocina.


INGREDIENTES
4 tazas de avena
1 taza de los frutos secos que más te gusten (en este caso usé almendras y castañas de Cajú) con una mezcla de semillas
Especias: usé canela y nuez moscada (también podés usar la mezcla de especias para tortas)
1/3 taza de algún elemento graso tipo aceite (cualquiera, hasta oliva si te gusta), manteca, aceite de coco
1 taza de coco rallado
1/3 de endulzante (miel, agave, Maple Syrup o jarabe de arce -no alce-, azúcar negro)
Pizca de sal…siempre! Realza los sabores
½ taza de frutas secas -hay mil y para todos los gustos- tipo pasa de uva, yo usé arándanos
2 claras de huevo (sólo si la preferís grumosa)
Y para más sabor, extracto de vainilla o almendras. Yo utilicé ambos

PROCEDIMIENTO
Picar groseramente las frutas secas

Agregar todos los secos: mix de semillas, avena, coco, frutas secas




Perfumar con nuez moscada, canela, pizca de sal, otras especias...


Mezclar por otro lado los líquidos: el jarabe o la miel (a gusto), azúcar negro, esencias, materia grasa (en este caso usé manteca derretida, como 50gr aprox) y 2 claras 




Mezclar bien los líquidos con los sólidos.. con ánimo y fuerza, que ya la vas a recuperar!


Y ...

AL HORNO suave en asadera, sin engrasar ni nada



Y después de algunas mezcladas para que se dore parejo, y unos 40min aproximadamente en total, o que se vea todo doradito, algo así, lo sacás del horno.

Este es el momento de atarse las manos para no picotear...




Dejar enfriar antes de enfrascar... y a enfrascarse en disfrutar! 


Espero la hagan y me cuenten cómo les quedó.






jueves, 21 de febrero de 2019

Y por fin vacaciones...!

Con la llegada del tiempo libre para disfrutar del "dolce far niente" y aprovechar para dar rienda suelta a lo que hace felíz a nuestros paladares golosos, se me ocurrió compartirles estas opiniones sobre dos heladerías emblemáticas.

Una es Il Piave, una heladería tradicional que hace años no se cansa del éxito en Pinamar y Cariló, siendo una conocida marca también en otras zonas del gran Buenos Aires, como Avellaneda (cuna del Rojo😉 y de su archienemigo el Pinguino -perdón pero no encuentro la diéresis), Barracas y por allá.

Siempre recuerdo la última vez que estuve en Pinamar, hará unos 20 años nomás, que la gran salida era ir a tomar helado con los chicos. Il Piave creo que era la única heladería, y después de la cena se juntaba toda la troupe de la famosa "Vuelta al Perro" con quien ya te saludabas de tanto cruzarte por el mínimo centrito de Pinamar, y te reencontrabas en Il Piave, asombrándote de que tenías aproximadamente 100 números (sí, daban número) adelante. Un éxito rotundo, gracias en parte a la en ese entonces buena calidad y el monopolio. Hoy día por suerte hay más competencia, e Il Piave compite con Persicco, Munchis, y ahora también RapaNui. Postdata: si son de buen paladar, no se molesten en ir a Persicco ni a Muchis, ojo, va mi humilde opinión.

Pero volvamos al hoy y ahora en la costa.

Il Piave se encuentra en Pinamar, ya no tan asediado como entonces, y Cariló. Tuve la suerte de compartir sus cremas con discípulas del buen gusto y placer de helarse la lengua con sabores como chocolates amargos y mentas granizadas. Sorprendentemente para estos lares, el clima era cálido por las noches, y el helado no resistía degustaciones prolongadas, como verán en la foto que les comparto. Tuvimos que trabajar bastante con nuestras cucharitas de plástico para no desperdiciar gotas del elixir sobre las mesitas de su agradable patiecito sobre la Avenida Bunge, logrando disfrutar de sabores bien logrados y de consistencia cremosa excelente. Debo reconocer que me sorprendió la calidad y buen sabor, y se los recomendaría a cualquiera que ande vacacionando por allá. También me sorprendieron los precios, ya podrán observar en la foto que les dejo más abajo, no exactamente por lo económicos.




Y a pedido y súplica de algunos lectores, aprovecho mi visita costera para dedicarle más líneas a Rapanui, esta heladería relativamente nueva y con innovadores sabores de la Patagonia.

Rapanui no sólo se destaca por sus gustos elaborados con frutas sureñas, sino por el exitoso agregado del merengue en muchos de sus gustos. Soy bastante fan del merengue, y admito que Rapanui supo combinarlo elegantemente con sabores a los que resalta con dicho agregado. Uno es mi preferido, el Lemon Pie, insuperable y único, y otros como la frambuesa del El Bolsón. El que no puede dejar de probarse es el chocolate 80% cacao, irresistible! ... y para los amantes del dulce de leche, el Marquise, con base de chocolate con dulce de leche natural y por supuesto, por si les parecía poco dulce, merengue italiano. Ayyy... me rechinan los dientes de tanto dulzor!

Me encantó el detalle de que muchos de sus empleados son sureños, como el heladero con quien tuve amena charla sobre las cremas, mis preferidos y este blog que me compete (estaba intrigadísimo por saber cuál era mi ranking de las mejores heladerías), mientras preparaba con suma pericia mi heladito en Pinamar,  y me contaba que venía de Epuyén.

Justamente sobre el dulzor en exceso me gustaría agregar que escuché comentarios sobre lo demasiado azucarado de ciertos gustos, así como datos (no demasiado compartidos por mi sensible paladar) de que también habían bajado un poco la calidad. No doy fe de esto, a mí personalmente no me pareció, pero me encantaría que dejaran sus comentarios al respecto en este mismo blog, si es que cabe.

Pero volvemos a lo mismo... el gusto es muy personal, para suerte y deleite de todos.

Aprovecho para contarles que hay una heladería artesanal... hasta diría que es más artesanal que todos estas artesanales ya nombradas y conocidas, que se llama Pistacchio. Está ubicada en Santos Dumont 3429, muy cerquita del Mercado de las Pulgas, y pertenece a dos chicos con mucha onda, que fabrican ellos mismos el helado y sorprenden con gustos nuevos todos los días. El local es muy vistoso y vale la pena visitarlo. Me encantaría que los fans del helado que anden cerca se dieran una vuelta y probaran el manjar que aquí elaboran con sumo cuidado y dedicación. No se lo pierdan. Como su nombre lo indica, el pistaccio es el gusto estrella y no lo tienen disponible todos los días.   
Y después me cuentan...


Y así como el Dragón aparentemente dejó de agobiarnos con sus bocanadas de fuego a los pobres porteños, me despido de El Ladero por ahora, para dedicarme a otros menesteres que seguiré compartiendo a través de este blog.

Muchas gracias por seguirme,  y vuelvo a seducirlos a que compartan sus opiniones aquí mismo, en mi blog. Me encantaría leerlos! 
Arrivederci!






martes, 29 de enero de 2019

EL LADERO ... te acompaña a tomar helado (parte 2)


The Ice Cream Masters suelen llamarse a sí mismos los creadores de las heladerías Lucciano’s.

Cuando visité por primera vez esta heladería fue cuando abrieron una sucursal en Av Libertador y Juramento. No soy de “viajar” para otros barrios para conocer un helado… salvo que sea para el Norte, me resisto a ir hasta el centro, Recoleta o barrio Norte porque tengo como un temita con el tránsito, que más que lento se torna insorportable.

Fue un día radiante de primavera que salí a pasear en bici y entre las endorfinas y el buen clima, daba para coronarlo con un nuevo helado del que tantos hablaban. 

Me llamaron la atención primero las paletas heladas, y después lo lindo que es el local. Muy bien logradas, los ojos van directamente hacia ellas (las paletas). Pero mi instinto heladero me decía que debía probar el helado posta. Nada de envases llamativos que volvieron locos a los chicos y por qué no a los grandes, desde que se inauguró. 

Luego confieso que gracias a mi “mejor incitadora de tentaciones heladas”, mi hija, las terminé probando, pero eso fue en otra/s oportunidad/es. Aquella segunda o tercera vez, pedimos una con forma de chanchito, con la cual me sentí muy identificada. Ahora no recuerdo si tenía chocolate Kinder y cubierta de cholate blanco, muy nuestro estilo, pero mortal…después no podíamos volver a casa, son tremendas. También recuerdo haber almorzado una, un día que pasé por el Alto Palermo. Allí directamente tienen un kiosco dedicado exclusivamente a las paletas.  En realidad son muchas franquicias, cosa que no me termina de convencer. Sin querer me trae recuerdos al estilo McDonald’s, no puedo evitarlo.

Otro dato no menos importante, siempre me resultó una heladería muy cara. Es cierto que hoy tomarse un helado es un lujo,  pero Lucciano’s siempre se destacó por agregarle un extra pesito, siempre muy adelantados Los Masters, lo cual me resulta un poco molesto. Aunque todos tienen derecho a ponerle el precio que quieran a su producto, considero que esta heladería está sobrevaluada, y ya a esta altura la evito, en la medida de mis posibilidades.

Volviendo al tema que me atañe, que es sobre el helado servido al cliente (léase no como paleta prefabricada), que en Lucciano’s se expone para tentación de la gente, ese día probé el super sabayón, que debo recomendar, y el limón con albahaca, porque me llamó la atención la digamos modernidad y frescura del sabor, aunque ya había sido presentada hacía un tiempito por otra heladería llamada Tufic.  Este último no me pareció más que una excentricidad. 

Prefiero los gustos más "académicos", aunque reconozco que hay algunos sabores nuevos que sigo probando porque me resulta muy tentador, y también porque soy demasiado curiosa, como el chocolate tabasco de Chungo que es delicioso pero no a prueba de lenguas enclenques: el chocolate exquisito, pero de pronto se dispara un fuego que sigo considerando digno de prueba, pero personalmente no aguantaría comer más de dos cucharadas seguidas. Pero como ya dije antes, todo va de la mano de la subjetividad, repito y repito. Los sabores excéntricos están un poco de moda, pero soy una convencida de que siempre se vuelve a los más clásicos, o quizás sería mejor decir con bases más clásicas, sobre todo cuando uno es asiduo consumidor, aunque muchas veces logran sorprenderme, y gratamente a veces.

Ya en otras oportunidades volví a tomar helados de Lucciano’s, aunque más que nada fue por falta de otra heladería cercana, ya que no me parecieron nada de otro mundo, como suelen publicitarse ellos mismos.

Si quieren saber más sobre esta empresa heladera, está todo explicado aquí:  https://ahoramardelplata.com.ar/luccianos-un-exito-sabor-marplatense-la-nueva-tapa-revista-central-n4120949

...O le preguntan a Macri que anduvo degustándolos en Mar del Plata con María Eugenia Vidal.



sábado, 26 de enero de 2019

EL LADERO

EL LADERO …. te acompaña a tomar helado

Soy repostera de alma, de familia. Podría decirse que soy una gorda disfrazada, y el azúcar y las cremas muchas veces hacen que me rinda a sus pies. Y esta es la mejor época del año para dejar de lado comidas y dedicarme al postre veraniego por excelencia.
De todos los postres y tortas que probé e hice en mi vida, puedo asegurar que el helado ha sido siempre mi preferido, y mi gran debilidad. Y probé muchísimos. Y sigo!  Esta es la parte que me inspira a continuar con el blog, abandonado hace tiempo, y que había nacido como una especie de ejercicio mental. Mis ganas de probar nuevos helados nunca se agota.
Esta vez, les comparto mi pasión por el helado, y que sabiendo que es muy subjetivo, como casi todo en la vida, y en este caso para el paladar, no quita que algo de experiencia tengo en el ramo de “probadora de helados”.
Así que manos al freezer! (después les voy a compartir algunas recetas de helados caseros que hice y aprobé)

Debo confesar que así como con muchas cosas en mi vida, tuve algunas idas y vueltas con relación a mis gustos en helados. Hay cosas que pesan al momento de decidir cual sería mi preferido.

Primera, es el sabor. Hay heladerías que se especializan en gustos que les quedan de maravillas, y quizás cuando ya casi te hiciste fan, pensás que para algo existen otros 15 sabores, te jugás, probás otro y … zás! Qué pasó acá? Me cambiaron al heladero!  Esto es bastante común en la mayoría de las heladerías.
Segunda. Qué considero importante cuando voy a elegir un helado? Mucha gente está convencida de que la cremosidad es lo más importante. Es importante, sí, pero también hay que saber reconocer que existen varios tipos de cremosidades y que no llega a ser definitorio en el momento de darle la mejor calidad al helado. Está la cremosidad untuosa pero sin demasiado sabor, o con mucho sabor a esencia (que a veces me hace acordar a la plastilina que usaban los chicos para moldear… sí, yo de chica la he probado… de gorda nomás!) a mí personalmente, no me sirve. Prefiero mil veces una cremosidad un poco menos pesada al estómago pero agradable al paladar, acompañada de un excelente sabor.
Tercera, es cómo te sirven el helado. Un fortuito día de verano tuve el honor de ser nombrada Embajadora de Chungo, lo que no significa absolutamente nada de lo que sugiere el título! En realidad fui una de las ganadoras de un concurso que hizo Chungo a través de Facebook (todavía creo que ni existía Instagram!!!!!!!!!!!!!!!!!) y gané una visita a Chungo donde nos explicaron, a mí y a los otros 4 ganadores, cómo fabricaban el helado, nos contaron la historia de la heladería, nos enseñaron algunos secretitos, y finalmente nos enseñaban a servir el cucurucho perfecto. Sí, la heladería Chungo es la que los mejores cucuruchos servidos te ofrece. Para esto, se preocupan en entrenar a cada uno de sus heladeros, lo que también va acompañado de amabilidad (nunca menos importante),  así que lo que sería el punto, un puntazo diría, a favor de esta heladería.








Acá me doy el "gustito" de hacer una comparación importantísima a la hora de discutir las cremosidades heladas. Doy dos ejemplos determinantes. Uno es el helado de Chungo, que siempre se destacó por servir unas de las mejores cremas que he probado. Sus sabores son excelentes. Todos los gustos son buenísimos, y probé y probé bastantes, y no reprobé casi ninguno, salvo el chocolate vegano que es chocolate arruinado, a mi entender.  Pero… aquí viene mi opinión que me duele un poco tener que exponerla tan abiertamente sobre esta excepcional heladería: después de comerte 1/4 kg es condición "sine qua non" irse a dormir la siesta. Si te pasás del cuarto, te recomendaría un digestivo. Pero mi lema es “quién te quita lo degustado?”  

Y para comparar, sin odios ni resentimientos, están los helados de La Gruta, una heladería familiar y antigua, donde casi la mayoría de los gustos son increíbles, todos cremosos, pero podés comerte el cuarto tranquilo y si después te quedaste un poco ansioso, podés darte una vueltita más tarde, para probar el cucurucho. Este punto, para mí, es super importante. Sería como decir que el remordimiento que te deja si te excediste es menor, o algo así, jeje.
La Gruta tiene uno de los mejores helados que probé en mi vida. Los cucuruchos no están servidos con la perfección de Chungo, pero sí con la amabilidad de toda la familia que la atiende. Y como PLUS, a cada cuarto, medio y kilo, le agregan unas increíbles almendras caramelizadas que hacen ellos!